Hace setenta millones de años, donde se encuentra hoy la República de Panamá, había una brecha entre los continentes de América del Norte y del Sur a través de la cual las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico fluían libremente. Hace unos 30 millones de años, la colisión de dos placas tectónicas de la corteza terrestre causó que los volcanes rompieran la superficie del océano y comenzaran a formar el Istmo de Panamá.
Al cerrar el flujo de agua entre los dos océanos hace 10 millones de años, el puente terrestre desvió las corrientes en los océanos Atlántico y Pacífico y tuvo un enorme impacto en el clima de la Tierra, su entorno físico y la evolución humana.
Hoy, el Istmo de Panamá sigue teniendo un impacto en el desarrollo humano y el comercio. El canal de transporte marítimo que cruza el istmo se ha ampliado para permitir el paso de barcos muy grandes. Como resultado, Panamá se ha convertido en un importante centro logístico y en la ruta preferida para barcos entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico.